Prestamistas privados

Hay muchas personas para las que conseguir un préstamo es fácil. Pero también hay muchas personas que el banco finalmente le da una respuesta negativa por cualquiera razón. De hecho, las trabas son cada día mayores. Los prestamistas particulares o privados son entidades y personas privadas que pueden ayudarte con una financiación cuando el banco te dice que NO. Es una buena alternativa, sobre todo si tu nombre se encuentra inscrito en un registro de morosos como ASNEF. Aquí queremos explicarte en qué consiste esta figura.

prestamistas privados prestamistas privados
Los mejores prestamistas privados en 2024
  • Vivus.es – hasta 100 € – duración de hasta 30 días
  • Creditosi – hasta 1.000 € – duración de hasta 30 días

Prestamistas particulares y privados 2024 (fiables)

  1. Vivus
    Vivus logo
    50 – 300€
    7 – 30 días
    • Recíbelo en 15 minutos
    • Sin letra pequeña
    • Premiamos tu fidelidad

    Primer crédito gratis. Se puede solicitar hasta 300€ y hay que devolver la misma cantidad, sin intereses. Los créditos siguientes pueden ser de hasta 1.000€ y sí aplican intereses.

    Calificaciones
    ASNEF: Si
    Edad Mínima: 21
    ¿Acepta sin nómina?:
    ¿Aval necesario?:
    Préstamo
    Cantidad: 50 – 300€
    Interés TAE desde: 0%
    Duración: 7 – 30 días
    Pago en fin de semana:
    Dinero en: 15 minutos
  2. CreditoSi
    CreditoSi logo
    50 – 1000 €
    7 – 30 días
    • Creditosi ofrece el primer crédito sin interés
    • Sin papeleos
    • Créditos Rápidos sin Explicaciones

    Primer crédito máximo 300 €. En un crédito de 300 € a devolver en 62 días las cutotas serían 2 de 224 € cada una.

    Calificaciones
    ASNEF: No
    Edad Mínima: 21
    ¿Acepta sin nómina?:
    ¿Aval necesario?:
    Préstamo
    Cantidad: 50 – 1000 €
    Interés TAE desde: 0 – 33% (0 – 1000%)
    Duración: 7 – 30 días
    Pago en fin de semana:
    Dinero en: 10 minutos

¿Qué es un prestamista privado?

Un prestamista privado es una persona particular que presta su dinero a otro a cambio de que se lo devuelva en un plazo determinado junto a ciertos intereses. Es decir, se trata de un sujeto que hace exactamente lo mismo que cualquier entidad financiera pero sin estar constituido como sociedad de crédito.

Es cierto que a la hora de negociar el crédito, existe cierta negociaciones entre el prestamista privado y el solicitante. Sin embargo, en la mayoría de los casos es quien presta el dinero el que se aprovecha de una necesidad imperante por parte de quien lo solicita. Esto hace que, en muchos casos, los minicréditos o los préstamos con ASNEF sean mucho mejor opción dando que brindan mayor seguridad al cliente. Incluso ofrecen tipos de interés más bajos y condiciones más favorables.

¿Cuál es la diferencia entre un prestamista privado y un prestamista particular?

Se trata de un pequeño matiz. Actualmente, la legislación vigente admite la figura del prestamista privado, es decir, de la persona que presta su dinero a otro a cambio de su devolución en tiempo y forma con unos determinados intereses. Suele estar dado de alta como trabajador autónomo y declara sus ingresos a la Agencia Tributaria. También rubrica el crédito mediante un contrato que recoge por escrito todas las cláusulas.

Por tanto aunque no sean lo mismo, un prestamista privado actúa del mismo modo que cualquier entidad financiera. De hecho, es él quien determina a qué persona les da su dinero y a cuáles no en base a su propio análisis de riesgo.

Sin embargo, un prestamista particular es algo mucho más cercano. Solo tenemos que pensar en el ejemplo de una persona que, para echar una mano a sus hijos, le da una cantidad de dinero determinada para que se compre un coche. Así puede ahorrarse los intereses de la financiación y devolvérselo posteriormente cómodamente.

Pero ¿puede un prestamista particular darnos dinero?

Resulta complejo y poco conveniente. Debemos pensar que el contrato y la declaración a hacienda de la concesión es lo que realmente nos brinda garantías legales y seguridad como clientes. Incluso aunque caigamos en el impago.

Características de los préstamos concedidos por un prestamista privado

Hay una serie de elementos que definen a los productos financieros ofrecidos por un prestamista privado. por ejemplo te mostraremos como podrás adquirir estos:

Escasos requisitos

En muchos casos, basta con aportar un DNI y una cuenta corriente. Al fin y al cabo, es el prestamista privado el que establece los requisitos, que no suelen ser muy altos debido a que quienes recurren a este tipo de préstamos no tienen otras alternativas.

Velocidad de concesión

Es prácticamente inmediata. Una vez aceptada la solicitud, la transferencia se realizara inmediatamente. Si el importe es bajo, incluso es posible usar medios de pago inmediatos como, por ejemplo, Bizum o PayPal.

Tipos de interés muy altos

Todo lo anterior hace que, para proteger su inversión, el prestamista privado incluya un TIN y un TAE muy elevado. En muchos casos, pueden suponer que acabemos devolviendo casi el doble de lo recibido.

Consejos y recomendaciones a la hora de pedir un préstamo a un prestamista privado

Más vale prevenir que curar, sobre todo, si de lo que se trata es de contratar un préstamo con un prestamista privado. Por ello, es indispensable seguir al pie de la letra los siguientes consejos:

  • Verificar la identidad del prestamista privado. Debemos saber exactamente quién es y asegurarnos de que da fe de su actividad a la Agencia Tributaria. Podemos conseguirlo simplemente solicitando su CIF. También es recomendable leer opiniones de otros usuarios a través de Internet.
  • Ayudarnos de una plataforma de comparación como la nuestra. Todos los prestamistas privados que aparecen en ella actúan en base a la legalidad. Además, hacerlo es de gran ayuda a la hora de encontrar los préstamos con mejores condiciones.
  • Leer escrupulosamente el contrato. Una cosa es que un prestamista privado exija el pago de intereses altos y otra muy diferente es que ralle la usura. Además, conviene revisar las comisiones y los intereses de demora en caso de impago.

Sin embargo, el consejo más valioso que podemos dar a la hora de contratar un préstamo con un prestamista privado es tener la certeza de que podremos devolverlo en tiempo y forma. Para ello, debemos analizar nuestra situación económica y saber que pronto obtendremos un ingreso que nos permitirá hacerle frente.

¿Cómo verificar la identidad de un prestamista privado?

La actividad de los prestamistas privados se encuentra regulada en la Ley 2/2009, de 31 de marzo. Este texto legal obliga a estas personas a inscribirse en el Registro Estatal de Intermediarios Financieros. Así que, si tenemos dudas acerca de la fiabilidad de alguien nos ofrece un préstamo de este tipo, solo tenemos que acudir a él, introducir sus datos y comprobar si está inscrito. En caso de no encontrarse en él, conviene descartar esa opción de forma inmediata. Los fraudes abundan en este sector.

¿Cuándo es buena idea acudir a un prestamista privado?

El prestamista privado siempre debe considerarse como la última opción de financiación disponible. Es decir, cuando hayamos agotado el resto de vías. Entre ellas incluimos, como no, la de los préstamos con ASNEF, que nos pueden ser denegados si ya hemos concurrido en el impago de uno anteriormente o si carecemos de ingresos fijos o aval.

Una vez cumplido este requisito, podemos recurrir a los servicios de un prestamista privado cuando:

  • No necesitamos una cantidad de dinero excesivamente elevada (no más de 1500€).
  • El resto de entidades financieras y bancarias nos denieguen la concesión de préstamos personales.
  • Tenemos que afrontar un gasto urgente que no admite demora.

Nunca debemos utilizar el crédito de un prestamista privado para hacer frente a un gasto corriente como, por ejemplo, una factura o llenar la cesta de la compra. Si lo hacemos, lo único que conseguiremos es elevar nuestro nivel de endeudamiento hasta límites insospechados. Hasta pueden poner en grave riesgo la viabilidad económica de nuestro día a día.

Para hacernos una idea, los expertos aseguran que nunca se debe destinar más del 30% de nuestros ingresos al pago de deudas. Hacerlo puede desembocar que, ante cualquier imprevisto, nos veamos abocados a la bancarrota.

¿Qué garantías exige un prestamista privado?

Como cualquier entidad financiera, el prestamista privado exigirá garantías de que se va a devolver el préstamo. En este sentido, lo más probable es que pida al solicitante un comprobante de ingresos. Hablamos, por ejemplo, de una nómina, de una pensión de jubilación o incapacidad o de una prestación por desempleo. Con base en ello determinará el nivel de riesgo y concederá o denegará el préstamo.

Pero, como dijimos antes, la actividad del prestamista privado está enfocada a aquellas personas que no tienen otros medios a través de los cuales satisfacer sus necesidades de financiación. Esto hace que, en la mayoría de los casos, no existan esos ingresos fijos que actúen como garantía. Por tanto, hay que buscar otras alternativas.

La opción más habitual en estos casos es el aval. A través de él, un tercero se compromete a hacer frente a la deuda en caso de que el solicitante no realice el pago. Sin embargo, no siempre hay alguien que está dispuesto a correr ese riesgo.

El préstamo del prestamista privado también se puede garantizar con una propiedad. Hablamos, por ejemplo, de joyas o de un vehículo. Nunca se debe caer en el error de poner un inmueble como aval, y mucho menos la vivienda habitual. El impago en ese caso puede traer aparejadas graves consecuencias a nivel familiar.

¿Cómo operan actualmente los prestamistas privados?

Aquellos tiempos en los que estábamos obligados a acudir personalmente a la oficina de un prestamista privado para explicarle nuestra situación y pedirle el dinero han pasado a la historia. Ahora, la mayor parte de estos profesionales ejercen su labor a través de Internet y a través de plataformas que actúan como intermediarias. Esto brinda mayor seguridad a ambas partes.

Hay muchos ejemplos. También abundan los fondos de capital privado que ofrecen este tipo de préstamos. Pero, en este caso, lo que se hace es reunir el dinero de un grupo de prestamistas privados y dejar que sea una entidad privada la que estudia las solicitudes de los interesados y los concede.

En definitiva, la actividad de un prestamista privado puede sernos de utilidad en momentos muy puntuales cuando hemos agotado el resto de vías de financiación. Sin embargo, a la hora de contratar sus servicios, es muy importante que estemos especialmente atentos a las condiciones. Solo así podremos evitar ser víctimas de abusos y acabar pagando muchísimo más de lo recibido.